Cuando nos damos cuenta de que tenemos que hacer algunos cambios en nuestra vida (modificar rutinas, actividades y hasta algunas personas que están a nuestro alrededor) la primera pregunta que nos hacemos es ¿por dónde empiezo? Ya tenemos el primer paso dado, que es reconocer que necesitamos cambiar, pero lo que viene después suele abrumarnos, a veces hasta el extremo de no poder seguir adelante.
Una vez que sabemos que necesitamos un cambio, deberíamos tomarnos un día, o varios, los que se necesiten, para ver qué es lo que debe mejorar. ¿Es mi casa? ¿Parece una zona de batalla, me da vergüenza que vengan visitas porque no quiero que vean el desorden diario en el que vivimos? ¿Es mi trabajo? ¿Debería cambiarlo, buscar uno mejor, dedicarme a otra cosa que me haga más feliz? ¿Me cortaron el gas, el agua o el celular porque me olvidé del primer vencimiento, el segundo y el aviso de corte? ¿Estoy gastando más de lo que gano por mes, y las deudas se empezaron a acumular? Quizás la respuesta fue un SÍ rotundo a alguna de estas preguntas, o quizás les surgieron otras a medida que fueron leyendo. Yo estuve inmersa en casi todas las situaciones que describí recién, pero con perseverancia y determinación logré salir adelante, y pude hacer que mi familia y yo viviéramos mucho mejor. Si yo pude hacerlo, todas pueden hacerlo también. No soy una heroína, soy simplemente una mamá/mujer que reflexionó sobre sus errores, los corrigió y ahora vive mejor, y quiero ayudar a que otras mamás/mujeres vivan mejor también.
Para empezar a andar este camino, les sugiero tres tips muy simples, que todas pueden llevar a cabo, y que van a provocar un cambio casi instantáneo en sus casas.
¿Por dónde empiezo?
Recorran ambiente por ambiente y deténganse un ratito en cada uno para preguntarse qué les gustaría cambiar
Cómo sería para ustedes la mejor versión de su habitación, el patio o la cocina. Anoten todo lo que vean que pueden mejorar, qué tienen que ordenar, desechar o arreglar. Usen un cuaderno o anotador (algo lindo, que les dé ganas de abrirlo y usarlo) y ténganlo a mano, para ir anotando lo que vean que pueden hacer. No se fijen cuánto dinero gastarían y el tiempo de trabajo que les llevaría, simplemente hagan una lista de todo lo que su casa necesita que ustedes hagan, por ella, por sus familias y por ustedes mismas. Y guárdenla, porque la vamos a usar mucho.
Vuelvan sobre esa lista, y busquen las tres tareas más fáciles y rápidas de resolver, las que les llevarían muy poco tiempo, y si es posible, que no tengan que salir a comprar nada.
Por ejemplo: tirar las revistas que están apiladas en el comedor o al costado de la cama, colgar ese cuadrito inspirador que recibieron como regalo de cumpleaños y aún no está en su sitio, archivar los papeles importantes que andan dando vueltas por el living (todos ejemplos tomados de mi propia casa, juro que no estoy inventando nada)
Hagan ¡ya mismo! esas tres cosas. Sin pensarlo demasiado, sin demorar, cuenten hasta tres y empiecen.
La sensación gratificante que van a sentir ni bien terminen las va a hacer sentir tan bien, que van a querer seguir con otros puntos de su lista. Pero ¡alto! Hacer todo de golpe también puede ser contraproducente, mejor vayamos con pasitos de bebé, como dice mi amiga Annissa (me van a leer nombrarla bastante, y la van a querer tanto como yo!) Si bien el impulso de empezar las va a ayudar mucho, la idea es ser consistentes y llegar a la meta sin caer de cansancio a mitad de camino.
¡BONUS!
Ahora que lograron empezar, se merecen una recompensa, algo que les guste y realmente sea un premio por lo que lograron. Un café o un té mientras leen una revista, un baño de espuma, un chocolate, no es necesario que sea algo caro, quizás ni siquiera sea algo que se compra, sino sólo algo lindo que pospusieron o tienen ganas de hacer.
Si quieren contarme en qué áreas necesitan ayuda, las invito a responder esta encuesta, que es anónima y muy muy corta haciendo click aquí. Sus respuestas me permiten elegir mejor sobre qué temas escribir en CorazónCasa, y trabajar sobre lo que más necesitan. También pueden ponerse en contacto a través de Facebook, buscar inspiración en Pinterest o interactuar día a día en Twitter e Instagram. Y ahora que ya tienen una idea de por dónde empezar, no tienen más que poner manos a la obra, siempre pensando en una linda recompensa. ¡Hasta la próxima!
Hola celes!!!! soy una desordenada crónica que se toma muy en serio su desorden… tengo tempradas en que ando por casa como en un hotel, sólo entrando y saliendo; y luego vuelvo a la tierra y miro, y parece que entraron a saquear… Así que me encanta tu página, espero poder mejorar en la organización diaria y doméstica, y te cuento que lo que me pasa mes tras mes es que me corten el celu por olvidarme de pagarlo!!! un beso grande!!!
Recuerdo hace tiempo y allà lejor mi anotadorcito de papel. Ahora obvio, uso mi celular.
Muy bueno Celes, gracias
Annissa